viernes, 26 de abril de 2013

La Prostitución


¿Qué es la prostitución?


"Un sistema en el cual las mujeres se dejan atrapar como consecuencia de su miseria económica, de su falta de instrucción cultural, de su ausencia de formación profesional, de las carencias afectivas y educativas
de su infancia y su adolescencia, y de los conflictos psicológicos y sexuales padecidos en su juventud".


La prostitución no es una expresión de libertad sexual de la mujer, sino que tiene que ver casi siempre con la violencia, la marginación, la dificultad económica y la cultura sexista y patriarcal.


La prostitución y tráfico de mujeres supone la existencia de una demanda
de mujeres y menores, sobre todo niñas para su utilización como objeto
sexual.
Como otras formas de violencia contra la mujer, la explotación sexual de mujeres es un fenómeno específico de género; la abrumadora mayoría de víctimas son mujeres y niñas, mientras que los consumidores,
traficantes y proxenetas son habitualmente hombres. Si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico
no existirían. Los países donde el progreso ha significado una mejora del estatus de
la mujer y de las condiciones en que viven, es decir, en sociedades donde las mujeres y las niñas, tienen garantizados derechos políticos básicos, acceso a trabajos, educación y un nivel de vida aceptable, esto es, donde tienen más alternativas son mucho menos vulnerables. Los traficantes de seres humanos y proxenetas se aprovechan de la subordinación económica, social y legal de mujeres y menores.




"Existe una increíble ingenuidad
por parte de algunos medios
gubernamentales
y no-gubernamentales sobre
el verdadero papel de la industria
del sexo y sobre las actuales campañas
de legitimación de la prostitución como
trabajo. Desconocen completamente que
existe un grupo de presión organizado
(...) a quienes se les paga para promover
la idea de que la prostitución
es un trabajo digno que debe ser
reconocido y regulado como tal."









Nahir Fernández Pagán C1

miércoles, 24 de abril de 2013

"Payos" vs Gitanos

El trabajo por erradicar los prejuicios sobre la etnia gitana y las propuestas por mejorar las condiciones de vida de este colectivo social discriminado a lo largo de la historia están dando sus frutos, pero la xenofobia sigue estando presente en pleno siglo XXI. Así, se recoge en el informe anual ‘Discriminación y comunidad gitana’, elaborado por la Fundación Secretariado Gitano (FSG),que en su octava edición recoge 148 casos recopilados durante el año 2011, a través de los 60 centros de asistencia a víctimas de discriminación con que cuenta la FSG en toda España.


Actualmente, los gitanos residentes en España representan el 10% de los gitanos europeos y 1’4% de la población española, lo cual quiere decir que en España viven alrededor de 800.000 gitanos.
Pero, por desgracia, es cierto que aún perdura en la sociedad española esa discriminación social hacia ellos, ese desprecio hacia dicha raza, aunque con respecto al siglo XVIII, España parece haber apaciguado esa discriminación hacia la etnia gitana, ya que no se les persigue y se les da caza como a animales.
Sin embargo, no en todos los países, los gitanos pueden convivir en paz, ya que, por ejemplo, recientemente el Estado francés ha decretado la orden de expulsar a los gitanos residentes en Francia; dicho hecho ha sido comparado, por muchas personas, con el suceso español de 1749 que de cierta manera condenó al pueblo gitano a la discriminación social en España y que desafortunadamente, incluso estando en el siglo XXI, vuelve a ocurrir en otro país europeo.



Resumiendo, esta etnia, denominados sus ciudadanos como “gitanos”, siguen actualmente sufriendo una grave e injusta discriminación. Y aunque para muchos, es lo que se merecen; otros, apuestan por una segunda oportunidad, ya que como muestra la historia, quizás la culpa no recae sobre ellos.
Además, con esa discriminación se está a punto de acabar con una raza que supuestamente no ha hecho nada por España, solo traer miseria, delincuencia, etcétera. Pero, la verdad es que los gitanos son los creadores del flamenco,  pieza musical que define, hoy día, a España en el extranjero. Después de todo, parece que los gitanos (extranjeros) son los que han creado algo que junto a otras tradiciones como los toros o la paella, representan y dan a conocer España en el mundo entero.




Nahir Fernández Pagán C1



lunes, 22 de abril de 2013

AUTISMO


El trastorno del espectro autista es una gama de trastornos complejos de neurodesarrollo, caracterizado por impedimentos sociales, dificultades en la comunicación y patrones de conducta estereotípicos, restringidos y repetitivos. 
El autismo es considerado el mayor nivel dentro del espectro.
No se sabe exactamente a que se debe, pero se cree que puede corresponderse con anomalías en el sistema nervioso central derivado de causas biológicas.
Se ha descubierto que la genética tiene gran relación, aunque es posible que también se deba a causas víricas, complicaciones obstetricias, vacunas, intoxicaciones… aunque esto no está demostrado.  (Para mayor información consultar el enlace : http://sinolocreo-noloveo.blogspot.com.es/2013/04/dietas-y-terapias-alternativas-contra.html?spref=tw )

Hablar de autismo en adultos es una cuestión compleja, ya que normalmente se nos evoca la imagen de un niño pequeño. Cuando el TEA se descubre en un niño es fácil tratarlo y trabajar con él o ella para un correcto desarrollo dentro de sus posibilidades, pero el problema se plantea cuando va creciendo y esa persona tiene que salir al mundo exterior y enfrentarse con una sociedad que no conoce nada sobre su trastorno.
Las dificultades que se le plantea a una persona con TEA el encontrar un trabajo es algo inimaginable para nosotros, y ya no solo esto, si no que en el momento que pasan a ser adultos pierde la posibilidad de permanecer en un centro que les facilita su proceso de desarrollo, incluso pierden la posibilidad de optar a ayudas sociales.

 Existen propuestas para facilitar la inclusión laboral y la vida autónoma de estas personas, pero se quedan en eso, propuestas, ya que aun hoy en día siguen siendo los grandes olvidados.

Para profundizar sobre las dificultades que encuentran los autistas adultos se recomienda el documental "Despierta".  

Laura Lázaro
Celia Iniesto

martes, 16 de abril de 2013


Violencia de Género

Comenzaremos leyendo una carta de una mujer maltratada a su pareja….
Esta carta te la escribo mi querido esposo, con las últimas fuerzas que me quedan después de tener una pequeña riña contigo...Recuerdo cuando nos conocimos lo caballero que eras limpio, elegante, atento educado un hombre como pocos según mis ojos ciegos, y a pesar de tu mala actitud no me daba cuenta de nada y me fui enamorando como loca de ti, dependía de tus caprichos, ya sabes educada a la antigua con moral y con prejuicios, tú para conjugar todo me regalaste ilusiones, miles de estrellas y buenos deseos sin duda me convenciste que eras con quien deseaba pasar el resto de mi vida.
Una tarde toda ilusionada enamorada y vestida de blanco recorrí el Sendero para llegar a ti, con la esperanza que nuestro mundo seria siempre de color de rosa, y llego el tan ansiado “Hasta que la muerte nos separe todos aplaudieron, tus ojos brillaron ilusa si, sellaste el pacto con Besos de Sangre invisible... Fiesta y solo 2 semanas de vida armoniosa, porque una mañana te enojaste pues tu camisa preferida no estaba planchada, ahí comenzó todo, me golpeaste y saliste apresurado, pensé tengo la culpa por no tener su ropa limpia y te perdone; como si nada hubiera pasado a ti por la noche me entregue aun con el cuerpo adolorido.
Este mal trato fue más continuo con la llegada de los niños, pues te incomodaban sus gritos, sí, ni dudarlo corazón eras precavido me golpeabas diciéndome que “Era la forma de demostrarme tu cariño” y yo lo creía, necesitaba hacerlo, porque te amaba y no podía dejarte, la maldita excusa de siempre ¿ Que dirán de mi ? o los niños están Pequeños necesitan a su papá, y siempre te justificaba por no aceptar que era mi cobardía a enfrentar la vida en soledad, por lo que en verdad no te abandonaba, además el juramento y la alianza de que nos separe la muerte ¿ como romperlo ? Si esta vida la había elegido YO nadie me forzó.
A veces tus golpes ya no me dolían fuiste cruel y yo cobarde, hicimos de esto una rutina, me pegabas como para reafirmar jerarquía, tú eres el que manda soy tu mujer y tengo que obedecer, nada ni nadie nos podía separar creo que en lugar de casarnos, no note que para ti fue comprarme para tener sirvienta y prostituta gratis, no una mujer para amar y compartir.
Esta noche me golpeaste como nunca en el vientre, la cara todo el cuerpo y casi me desvanecí, te asustaste y saliste despavorido, yo tome fuerzas de nada y salí a denunciarte ( que tarde ) pues a media calle, esta mi cuerpo inconsciente y mientras me llevan al hospital voy pensando que es verdad, solo la muerte nos va a separar, una promesa que cumpliremos; una muerte que loca y ansiosa en tus manos fui a encontrar y todo por amarte y ser cobarde, no tolerar el ¿ que dirán? Si eso es, ahora llego el fin y veo a mis hijos que lloran les han anunciado mi fallecimiento, no los puedo consolar, y me pregunto ¿ porque no te deje el primer día que me golpeaste? ellos hubieran sido felices y no tan temeroso de ti y de mi....Ya se va y acaba el sufrimiento ahora lloras he imploras mi perdón, llevando a mi tumba flores como cuando éramos novios ¿ para que ? esas no las quería ni en vida, solo anhelaba tus caricias y tu aceptación, y solo obtuve tus golpes y mi propia humillación.
Te dejo amor mío, por fin la muerte nos separó (cumplí a cabalidad la promesa) eres libre, solo te pido que ya no golpees a nadie; mi cuerpo y mi alma por fin ya no sienten dolor.
Atentamente
Tú mujer a la que golpeabas y que por cobarde nunca se defendió.


En su libro "When Men Batter Women", Simon y Shuster proponen dos tipos de maltratador:
1.      El Cobra
·         Es muy probable que sea agresivo con todo el mundo.
·         No depende emocionalmente de otra persona, pero insiste en que su compañera debe hacer lo que él quiere siempre.
·         Es más propenso a amenazar con cuchillos o revólveres.
·         Se calma internamente, según se vuelve agresivo.
·         Es difícil tratarlo con terapia psicológica.
·         Posiblemente haya sido acusado de algún crimen.
·         Abusa de las drogas o del alcohol.
2.El Pit-Bull
·         Solamente es violento con las personas que ama.
·         Es celoso y tiene miedo de que lo abandonen.
·         Priva a su esposa o novia de su independencia.
·         Pronto a la ira, a vigilar y a atacar públicamente a su compañera.
·         Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión.
·         Tiene algún potencial para la rehabilitación.
·         Probablemente no ha sido acusado de ningún crimen.
·         Posiblemente tuvo un padre abusivo.

Los rasgos de la mujer maltratada empiezan por la creencia de todos los mitos acerca de la violencia domestica, tienen una baja autoestima, se sienten culpable por haber sido agredida, se sienten fracasadas como mujeres, madres y esposas, sienten temor y pánico y una falta de control sobre su vida. Tienes sentimiento de odio por haber sido agredida pero cree que le han pegado pos su culpa, que se lo merecía, se siente incapaz de resolver la situación, se siente responsable de la conducta del agresor, se aísla socialmente. Además, cuanta con un mayor riesgo de adicciones, acepta que el hombre es superior a la mujer y teme al estigma del divorcio.

Diversos estudios,  demuestran que una de cada siete mujeres casadas ha sido violada o agredidas sexualmente por sus maridos. El abuso sexual dentro de la pareja es cualquier contacto realizado contra la voluntad de la mujer desde una posición de poder. Sin embargo, las mujeres tienden a minimizar este problema porque creen que los hombres tienen unas necesidades que deben satisfacer a su manera. Por ello la mayor parte de las denuncias se refieren a los golpes recibidos pero no denuncian la violencia sexual. Para las víctimas la violación es un acto que se produce entre dos personas desconocidas.

El maltrato continuado genera en la mujer proceso patológico de adaptación denominado "Síndrome de la mujer maltratada". Este síndrome se caracteriza por: asumir que las agresiones son un castigo merecido, pierde el control de su vida actuando de una forma pasiva como esperando directrices de terceras personas, no busca mas estrategias para evitar las agresiones, la victima cree merecer las agresiones e incluso justifica, ante críticas externas la conducta del agresor. Además, la intermitencia de las agresiones y el paso constante de la violencia al afecto, refuerza las relaciones de dependencia por parte de la mujer maltratada, que empeoran cuando la dependencia también es económica.

Gracias a Dios existen numerosas  asociaciones y entidades que intentan erradicar este tema como Centro de información de Malos Tratos a Mujeres, Instituto de la Mujer, Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas, Asociación Mujeres Jóvenes, Servicio de Atención a la Mujer S.A.M de la Policía Nacional…. Etc.

Nahir Fernandez Pagan C1
Marta Gilgado Cillero C1

lunes, 15 de abril de 2013

LA ENFERMEDAD MENTAL: HISTORIA Y ESTIGMA


Felipe Nayip, Licenciado en Antropología social, en su artículo “Salud mental y exclusión social: reflexiones desde una estrategia política de la sanción, hacia la transformación institucional del enfoque comunitario” nos muestra su pensamiento critico acerca del tema propuesto.
La implementación de los antiguos modelos asilares asociados a la salud mental, se constituyeron en sus inicios, como “espacios de poder” dentro de la sociedad, en los cuales el espacio cerrado del antiguo “manicomio”, hace referencia a un funcionamiento moralizador, rectificador, regenerador y de (re)adaptación. Un espacio que extrae su fundamento en el aislamiento. En el XVII, frente al tema de la salud mental y la locura, surge un miedo que se formula en términos médicos, pero que en el fondo está animado por todo un mito moral, es decir que la gente se aterra frente a un mal bastante misterioso (la locura), que podría esparcirse como la gripe. Surgiendo de ésta manera la necesidad de control y reclusión. De ésta forma, se inicio la psiquiatría a principios del siglo XIX, no como una especialización de la teoría medica, sino más bien como una rama especializada de la higiene pública, es decir como un dominio particular de la protección social, una protección contra todos los peligros que pudiesen provenir  de la propia sociedad.

Si analizamos los modelos utilizados por la sociedad para controlar todo lo que esta asociado a las personas que padecen enfermedades caracterizadas como de salud mental, nos damos cuenta que a lo largo de la historia, y sobre todo en el pasado, muchos de estos modelos han sido de represión y violación de los derechos humanos, ya que las personas que sufren de enfermedades mentales son al igual que el resto seres humanos. En este proceso la persona sufre debido a la marginalidad social, puesto que la locura o los estados mentales “trastornados” son considerados como un peligro a las representaciones de la sociedad en su conjunto, relativizando las propias normas de una sociedad, considerándose como un peligro para el establecimiento del poder y de su consecuente estructura social.

Desde siempre, la sociedad, en su gran mayoría occidental, se ha referido a las personas con enfermedades mentales como locas o incapacitadas de vivir una vida plena de acuerdo a los patrones culturales establecidos en una comunidad, existiendo aún el término de manicomio, disminuyéndolas a un estado de minusvalía, freno o presión social, siendo receptoras incluso del mismo estigma que los presos carcelarios sufren al tratar de reintegrarse a una vida comunitaria. La discriminación, el trato, las condiciones de vida y las mínimas posibilidades de desarrollo de una persona con diagnóstico esquizofrénico (por ejemplo), también es un maltrato y una violación de los derechos de las personas, violación que la salud mental también vive día a día, y que es ejercida tanto por las instituciones públicas de salud, como por la sociedad en su conjunto.

Uno de los puntos que el autor trata al cual titulo, “Si ellos fueran la mayoría nosotros estaríamos dentro”: la idea de locura en la historia”, nos explica como la segregación de las personas consideradas desviadas de los patrones culturales entendidos como normales dentro de una sociedad determinada, son representaciones construidas histórica y culturalmente, siendo la sociedad las que la crea.
Por otra parte Foucault (1967) respecto a la exclusión de las personas consideradas con conductas ajenas a estos moldes acordados como “normales” por la comunidad plantea lo siguiente:

“… sin el loco, la razón se vería privada de su realidad, seria monotonía vacía, aburrimiento de sí misma, animal desierto que presentaría su propia contradicción” (Foucault, 1967).

Es decir, la locura a parte de ser un peligro en la representación de la sociedad, es una forma de reafirmar los propios parámetros establecidos en la sociedad, haciendo la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo puro e impuro, entre lo apegado a la norma y lo enajenado de la convivencia social.

ESTIGMA Y EXCLUSIÓN SOCIAL EN LA ENFERMEDAD MENTAL

En primer lugar, es interesante conocer el significado del término estigma. Para ello, usaremos la definición de Edwin Goffman (1963) quien propone una doble perspectiva. Por un lado, como un atributo personal negativo y denigrante, que diferencia a una persona de las otras y las hace de una clase indeseable o inferior. Por otra parte, considera el estigma como un producto social, que surge de la interrelación de las personas.
Este mismo autor propone a su vez una  tipología de estigma, dividiéndolo en tres clases, que continúan vigentes en la actualidad. En primer lugar se refiere a “abominaciones del cuerpo” (malformaciones o deformidades); en segundo lugar lo que denomina “huellas del carácter” (incluye la enfermedad mental, alcoholismo y adicciones, homosexualidad, ideologías extremas, etc.) ; por último el estigma llamado” tribal”, que comprende la discriminación por raza, origen, nación o religión.

Cabe señalar que el concepto de estigma no es algo estático, sino que es dinámico, temporal, fluido y contingente. Éste se construye a partir de las relaciones interpersonales con una dinámica propia, dentro de un contexto dado, en una realidad determinada. De esta manera, la estigmatización se entiende como un producto social relacionado con la institucionalización, con la regulación y con las ideologías que la sustentan, así como con las decisiones hechas por los individuos, las sociedades y los estados.
Sobre dicho proceso es interesante citar la visión de Link & Phelan sobre el proceso de estigmatización, mediante el cual consideran que el estigma se construye a través de cinco procesos psico-sociales interrelacionados:
  • Construcción de las diferencias y proceso de rotulamiento (etiquetar).
  • Vinculación de estas diferencias con prejuicios y estereotipos definidos en una sociedad.
  • Segregación entre los de adentro (“nosotros”) y los de afuera (“ellos”).
  • Perdida de estatus  y discriminación de las personas discriminadas.
  • Finalmente, se produce una asimetría de poder entre los estigmatizadores y los estigmatizados.

Este fenómeno varía en función de diferentes variables: contexto social e histórico, factores sociales como el nivel socio-económico, género o identidad.
La variabilidad del fenómeno de estigma psiquiátrico a lo largo de la historia nos induce una pregunta: ¿cómo y por qué las distintas sociedades estigmatizan la enfermedad mental? Para responder a esta pregunta podemos observar dos procesos o respuestas.
El primero es la construcción social del estigma se refiere a los valores positivos y negativos que se definen en las diferentes culturas, mediante los cuales se estima qué comportamientos son “normales” y se desvaloriza lo “anormal”.
El segundo se denomina la construcción social del estigma, con esto nos referimos a cómo las estructuras e instituciones sociales controlan, contienen o reprimen ciertos tipos de comportamiento que se considera desviado de la norma. Son estas mismas instituciones las que favorecen la exclusión social y estigmatización de la enfermedad mental.

Por otra parte, se ha afirmado que el tamaño y escala de la unidad social son factores significativos que tienen importancia en el proceso de estigmatización y discriminación. Podemos observar cómo, en las sociedades de pequeña escala se dan relaciones de confianza, reciprocidad y solidaridad, y la reconciliación resulta un mecanismo efectivo para la resolución de conflictos. Estas comunidades se muestran más tolerantes, se resisten a rotular una conducta como una anormalidad o enfermedad. Existen unos valores compartidos por la mayoría, se da una interdependencia entre las familias y las redes sociales de apoyo y solidaridad son densas.

Por el contrario, en las sociedades urbanas se aprecian una estructuración social compleja, que acentúa una serie de desigualdades, se da una mayor autonomía e independencia.  En estas sociedades observamos una fuerte tendencia a la rotulación y la discriminación, y una menor tolerancia hacia los comportamientos “anormales”.
Otra cuestión importante que merece ser mencionada es la carga de discapacidad agregada por el estigma 
en la enfermedad mental. El estigma empeora la calidad de vida afectando negativamente a las oportunidades de educación e inserción laboral, e interfiere en los esfuerzos de rehabilitación, afectando a la familia y debilitando la red social de soporte. Sin embargo, es preciso establecer algunas diferencias. Por ejemplo, en los países ricos algunas enfermedades (depresión, demencia senil, trastornos de alimentación) son admitidas con mayor tolerancia mientras que otros, como la esquizofrenia, son asociados a estereotipos negativos como violencia y peligrosidad.
Por último, es importante distinguir entre el estigma percibido (como tal) y el estigma presentido. Este último constituye el miedo al rechazo social con motivo de la enfermedad mental, y favorece la ocultación de los síntomas y su diagnóstico y tratamiento oportuno.


El vídeo que expusimos al principio acerca de la historia de la psiquiatría y los manicomios se llama "La psiquiatría: una industria de la muerte", pero os lo dejamos aquí subido:



Raquel Reyes Torres
Andrea García García
2ºC, C1

martes, 2 de abril de 2013

ENFERMEDAD MENTAL Y ESTIGMA

Aunque sea de forma inconsciente y siendo esta una sociedad relativamente avanzada, lo cierto, es que hoy por hoy todavía existe una gran parte de la población que siente cierto miedo y desconfianza de tratar con personas que padecen una enfermedad mental.


Como claro ejemplo, tenemos la esquizofrenia, una de las enfermedades mentales más estigmatizantes, tanto para la persona que la padece como para la familia. Esto es debido a su supuesta relación con conductas violentas, peligrosidad, pérdida del juicio, comportamiento imprevisible o descontrol, entre otros términos.

Estas personas sufren en su día a día una serie de actitudes sociales que influyen negativamente en muchos ámbitos de su vida, como el relacional y el laboral entre otros. Por lo tanto, tienen que enfrentarse por un lado, a los síntomas y dificultades propios de la enfermedad que padecen y por otro, al estigma asociado a la misma.

Actualmente, este término se emplea dentro del ámbito de la salud para indicar aquellos prejuicios y estereotipos que existen hacia ciertas personas que sufren determinadas enfermedades.

Según Weis. M.G. “El Estigma es un proceso social o experiencia personal caracterizado por la exclusión, el rechazo, la vergüenza o la devaluación debida a la experiencia o anticipación de un juicio social adverso de la persona o grupo social. Este  juicio se basa en una característica duradera de la identidad conferida por un problema de salud y es, en alguna forma esencial, injusto desde el punto de vista médico”.

Este estigma es debido en gran parte al desconocimiento de la sociedad sobre las enfermedades mentales, en cuanto a sus causas que las provocan, las consecuencias y los posibles tratamientos que existen para paliarlas, los cuales  hoy en día son variados.

Así mismo, cabe destacar el importante papel que desempeñan los medios de comunicación en cuanto al fomento de actitudes estigmatizantes a través de “etiquetas” y mal uso de los términos en relación a la salud mental. No es raro encontrarnos con títulos de noticias del tipo: “Un joven esquizofrénico mata a su madre, apuñala a su padre y se suicida”.  Vivir en una sociedad en la cual se “etiqueta” y se “señala” continuamente asigna ideas erróneas que pueden llegar a ser interiorizadas de modo que las propias personas con enfermedad mental desarrollan actitudes estigmatizadoras contra ellos mismos, o lo que es llamado “autoestigma”, promoviendo pensamientos del tipo “Es cierto, no soy capaz de cuidar de mí mismo, entre otros.

Las consecuencias del estigma son evidentes:
  • Provoca actitudes discriminatorias.
  • Fomenta el autoestigma.
  • Favorece el aislamiento,  reduciendo las relaciones sociales y afectando a la autoestima.
  • Dificulta la aceptación de la enfermedad, generando sentimientos de culpa y vergüenza obstaculizando a su vez la petición de ayuda por parte de los afectados.
  • Interfiere en la evolución del tratamiento, aumentando los abandonos de los mismos.
  • Obstaculiza la inserción laboral.
En definitiva: el estigma supone una barrera para la integración social.

Estas consecuencias, afectan tanto a la propia persona como a los propios profesionales y a la familia, la cual desempeña un importante papel en todo el proceso de recuperación.

Según la OMS, en la actualidad, ya son 400 millones las personas que sufren trastornos mentales o neurológicos y un 1% de la población desarrollará alguna forma de esquizofrenia a lo largo de su vida. Por tanto, creo que sería necesario que muchas personas hiciesen un voto de reflexión en cuanto a esa percepción hacia las personas con enfermedad mental ya que nadie estamos exentos de desarrollar en algún momento de nuestra vida alguna de ellas. Tal vez en esos momentos tomemos consciencia de que la enfermedad mental no debe ser motivo de miedo o rechazo si no de apoyo y comprensión.

Para finalizar, os dejo el enlace de un documental sobre la esquizofrenia (“1% Esquizofrenia”) que me pusieron el año pasado en el cual no sólo se comenta el posible origen de esta enfermedad, si no que muestra testimonios de personas que la tienen, que a mí personalmente me hicieron reflexionar sobre la situación tan angustiosa que debe suponer el padecimiento de una enfermedad como esta.



María Ortiz Rodríguez 
Grupo C1