"Un sistema en el cual las mujeres se dejan atrapar como consecuencia de su miseria económica, de su falta de instrucción cultural, de su ausencia de formación profesional, de las carencias afectivas y educativas de su infancia y su adolescencia, y de los conflictos psicológicos y sexuales padecidos en su juventud".
La prostitución no es una expresión de libertad sexual de la mujer, sino que tiene que ver casi siempre con la violencia, la marginación, la dificultad económica y la cultura sexista y patriarcal.
La prostitución y tráfico de mujeres supone la existencia de una demanda de mujeres y menores, sobre todo niñas para su utilización como objeto sexual. Como otras formas de violencia contra la mujer, la explotación sexual de mujeres es un fenómeno específico de género; la abrumadora mayoría de víctimas son mujeres y niñas, mientras que los consumidores, traficantes y proxenetas son habitualmente hombres. Si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico no existirían. Los países donde el progreso ha significado una mejora del estatus de la mujer y de las condiciones en que viven, es decir, en sociedades donde las mujeres y las niñas, tienen garantizados derechos políticos básicos, acceso a trabajos, educación y un nivel de vida aceptable, esto es, donde tienen más alternativas son mucho menos vulnerables. Los traficantes de seres humanos y proxenetas se aprovechan de la subordinación económica, social y legal de mujeres y menores.
El trabajo por erradicar los prejuicios sobre la etnia gitana y las propuestas por mejorar las condiciones de vida de este colectivo social discriminado a lo largo de la historia están dando sus frutos, pero la xenofobia sigue estando presente en pleno siglo XXI. Así, se recoge en el informe anual ‘Discriminación y comunidad gitana’, elaborado por la Fundación Secretariado Gitano(FSG),que en su octava edición recoge 148 casos recopilados durante el año 2011, a través de los 60 centros de asistencia a víctimas de discriminación con que cuenta la FSG en toda España.
Actualmente, los gitanos residentes en España representan el 10% de los gitanos europeos y 1’4% de la población española, lo cual quiere decir que en España viven alrededor de 800.000 gitanos.
Pero, por desgracia, es cierto que aún perdura en la sociedad española esa discriminación socialhacia ellos, ese desprecio hacia dicha raza, aunque con respecto al siglo XVIII, España parece haber apaciguado esa discriminación hacia la etnia gitana, ya que no se les persigue y se les da caza como a animales.
Sin embargo, no en todos los países, los gitanos pueden convivir en paz, ya que, por ejemplo, recientemente el Estado francés ha decretado la orden de expulsar a los gitanos residentes en Francia; dicho hecho ha sido comparado, por muchas personas, con el suceso español de 1749 que de cierta manera condenó al pueblo gitano a la discriminación social en España y que desafortunadamente, incluso estando en el siglo XXI, vuelve a ocurrir en otro país europeo.
Resumiendo, esta etnia, denominados sus ciudadanos como “gitanos”, siguen actualmente sufriendo una grave e injusta discriminación. Y aunque para muchos, es lo que se merecen; otros, apuestan por una segunda oportunidad, ya que como muestra la historia, quizás la culpa no recae sobre ellos. Además, con esa discriminación se está a punto de acabar con una raza que supuestamente no ha hecho nada por España, solo traer miseria, delincuencia, etcétera. Pero, la verdad es que los gitanos son los creadores del flamenco, pieza musical que define, hoy día, a España en el extranjero. Después de todo, parece que los gitanos (extranjeros) son los que han creado algo que junto a otras tradiciones como los toros o la paella, representan y dan a conocer España en el mundo entero.
El trastorno del espectro autista es una gama de trastornos
complejos de neurodesarrollo, caracterizado por impedimentos sociales, dificultades
en la comunicación y patrones de conducta estereotípicos, restringidos y
repetitivos.
El autismo es considerado el mayor nivel dentro del
espectro.
No se sabe
exactamente a que se debe, pero se cree que puede corresponderse con anomalías
en el sistema nervioso central derivado de causas biológicas.
Hablar de
autismo en adultos es una cuestión compleja, ya que normalmente se nos evoca la
imagen de un niño pequeño. Cuando el TEA se descubre en un niño es fácil
tratarlo y trabajar con él o ella para un correcto desarrollo dentro de sus
posibilidades, pero el problema se plantea cuando va creciendo y esa persona
tiene que salir al mundo exterior y enfrentarse con una sociedad que no conoce
nada sobre su trastorno.
Las
dificultades que se le plantea a una persona con TEA el encontrar un trabajo es
algo inimaginable para nosotros, y ya no solo esto, si no que en el momento que
pasan a ser adultos pierde la posibilidad de permanecer en un centro que les facilita
su proceso de desarrollo, incluso pierden la posibilidad de optar a ayudas
sociales.
Existen propuestas para facilitar la inclusión
laboral y la vida autónoma de estas personas, pero se quedan en eso,
propuestas, ya que aun hoy en día siguen siendo los grandes olvidados.
Para profundizar sobre las dificultades que encuentran los autistas adultos se recomienda el documental "Despierta".
Laura Lázaro
Celia Iniesto
martes, 16 de abril de 2013
Violencia de Género
Comenzaremos leyendo una carta
de una mujer maltratada a su pareja….
Esta carta te la escribo
mi querido esposo, con las últimas fuerzas que me quedan después de tener una
pequeña riña contigo...Recuerdo cuando nos conocimos lo caballero que eras
limpio, elegante, atento educado un hombre como pocos según mis ojos ciegos, y a
pesar de tu mala actitud no me daba cuenta de nada y me fui enamorando como
loca de ti, dependía de tus caprichos, ya sabes educada a la antigua con moral
y con prejuicios, tú para conjugar todo me regalaste ilusiones, miles de
estrellas y buenos deseos sin duda me convenciste que eras con quien deseaba
pasar el resto de mi vida.
Una tarde toda ilusionada
enamorada y vestida de blanco recorrí el Sendero para llegar a ti, con la
esperanza que nuestro mundo seria siempre de color de rosa, y llego el tan ansiado“Hasta que la muerte nos separe”todos aplaudieron, tus ojos
brillaron ilusa si, sellaste el pacto con Besos de Sangre invisible...Fiesta y solo 2 semanas de
vida armoniosa, porque una mañana te enojaste pues tu camisa preferida no
estaba planchada, ahí comenzó todo, me golpeaste y saliste apresurado, pensé
tengo la culpa por no tener su ropa limpia y te perdone; como si nada hubiera
pasado a ti por la noche me entregue aun con el cuerpo adolorido.
Este mal trato fue más
continuo con la llegada de los niños, pues te incomodaban sus gritos, sí, ni
dudarlo corazón eras precavido me golpeabas diciéndome que “Era la forma de
demostrarme tu cariño”y yo lo creía, necesitaba hacerlo, porque te amaba
y no podía dejarte, la maldita excusa de siempre¿ Que dirán de mi ? o los
niños están Pequeños necesitan a su papá, y siempre te justificaba por no
aceptar que era mi cobardía a enfrentar la vida en soledad, por lo que en
verdad no te abandonaba, además el juramento y la alianza de que nos separe la
muerte ¿ como romperlo ?Si
esta vida la había elegido YO nadie me forzó.
A veces tus golpes ya no
me dolían fuiste cruel y yo cobarde, hicimos de esto una rutina, me pegabas
como para reafirmar jerarquía, tú eres el que manda soy tu mujer y tengo que
obedecer,nada ni nadie nos podía
separar creo que en lugar de casarnos, no note que para ti fue comprarme para
tener sirvienta y prostituta gratis, no una mujer para amar y compartir.
Esta noche me golpeaste
como nunca en el vientre, la cara todo el cuerpo y casi me desvanecí, te asustaste y saliste despavorido, yo tome fuerzas de nada y salí a
denunciarte ( que tarde ) pues a media calle, esta mi cuerpo inconsciente y
mientras me llevan al hospital voy pensando que es verdad,solo
la muerte nos va a separar, una promesa que cumpliremos;una muerte que loca y ansiosa en tus manos fui a
encontrar y todo por amarte y ser cobarde, no tolerar el ¿ que dirán?Si eso es, ahora llego el fin y veo a mis hijos que
lloran les han anunciado mi fallecimiento, no los puedo consolar, y me pregunto
¿ porque no te deje el primer día que me golpeaste?ellos
hubieran sido felices y no tan temeroso de ti y de mi....Ya se va
y acaba el sufrimiento ahora lloras he imploras mi perdón, llevando
a mi tumba flores como cuando éramos novios¿para que ? esas no las quería
ni en vida, solo anhelaba tus caricias y tu aceptación, y solo obtuve tus
golpes y mi propia humillación.
Te dejo amor mío, por fin
la muerte nos separó (cumplí a cabalidad la promesa) eres libre, solo te pido
que ya no golpees a nadie; mi cuerpo y mi alma por fin ya no sienten dolor.
Atentamente
Tú mujer a la que golpeabas y que por cobarde nunca se defendió.
En su libro "When
Men Batter Women", Simon y Shuster proponen dos tipos de
maltratador:
1.El Cobra
·Es muy probable que sea agresivo con
todo el mundo.
·No depende emocionalmente de otra
persona, pero insiste en que su compañera debe hacer lo que él quiere siempre.
·Es más propenso a amenazar con
cuchillos o revólveres.
·Se calma internamente, según se
vuelve agresivo.
·Es difícil tratarlo con terapia
psicológica.
·Posiblemente haya sido acusado de
algún crimen.
·Abusa de las drogas o del alcohol.
2.El Pit-Bull
·Solamente es violento con las
personas que ama.
·Es celoso y tiene miedo de que lo
abandonen.
·Priva a su esposa o novia de su
independencia.
·Pronto a la ira, a vigilar y a
atacar públicamente a su compañera.
·Su cuerpo reacciona violentamente
durante una discusión.
·Tiene algún potencial para la
rehabilitación.
·Probablemente no ha sido acusado de
ningún crimen.
·Posiblemente tuvo un padre abusivo.
Los rasgos de la mujer maltratada empiezan por la creencia de todos
los mitos acerca de la violencia domestica, tienen una baja autoestima, se
sienten culpable por haber sido agredida, se sienten fracasadas como mujeres,
madres y esposas, sienten temor y pánico y una falta de control sobre su vida.
Tienes sentimiento de odio por haber sido agredida pero cree que le han pegado
pos su culpa, que se lo merecía, se siente incapaz de resolver la situación, se
siente responsable de la conducta del agresor, se aísla socialmente. Además,
cuanta con un mayor riesgo de adicciones, acepta que el hombre es superior a la
mujer y teme al estigma del divorcio.
Diversos estudios, demuestran que una de cada
siete mujeres casadas ha sido violada o agredidas sexualmente por sus maridos.
El abuso sexual dentro de la pareja es cualquier contacto realizado
contra la voluntad de la mujer desde una posición de poder. Sin embargo, las
mujeres tienden a minimizar este problema porque creen que los hombres tienen
unas necesidades que deben satisfacer a su manera. Por ello la mayor parte de
las denuncias se refieren a los golpes recibidos pero no denuncian la violencia
sexual. Para las víctimas la violación es un acto que se produce entre dos
personas desconocidas.
El maltrato continuado genera en la mujer proceso
patológico de adaptación denominado "Síndrome de la mujer
maltratada". Este síndrome se caracteriza por: asumir que las
agresiones son un castigo merecido, pierde el control de su vida actuando de
una forma pasiva como esperando directrices de terceras personas, no busca mas
estrategias para evitar las agresiones, la victima cree merecer las agresiones
e incluso justifica, ante críticas externas la conducta del agresor. Además, la
intermitencia de las agresiones y el paso constante de la violencia al afecto,
refuerza las relaciones de dependencia por parte de la mujer maltratada, que
empeoran cuando la dependencia también es económica.
Gracias a Dios existen numerosas asociaciones y entidades que intentan
erradicar este tema como Centro de información de
Malos Tratos a Mujeres, Instituto de la Mujer, Asociación de Asistencia a
Mujeres Violadas, Asociación Mujeres Jóvenes, Servicio de Atención a la Mujer
S.A.M de la Policía Nacional…. Etc.
Felipe Nayip,
Licenciado en Antropología social, en su artículo “Salud mental y exclusión
social: reflexiones desde una estrategia política de la sanción, hacia la
transformación institucional del enfoque comunitario” nos muestra su pensamiento
critico acerca del tema propuesto.
La implementación de
los antiguos modelos asilares asociados a la salud mental, se constituyeron en
sus inicios, como “espacios de poder” dentro de la sociedad, en los cuales el
espacio cerrado del antiguo “manicomio”, hace referencia a un funcionamiento
moralizador, rectificador, regenerador y de (re)adaptación. Un espacio que
extrae su fundamento en el aislamiento. En el XVII, frente al tema de la salud
mental y la locura, surge un miedo que se formula en términos médicos, pero que
en el fondo está animado por todo un mito moral, es decir que la gente se
aterra frente a un mal bastante misterioso (la locura), que podría esparcirse
como la gripe. Surgiendo de ésta manera la necesidad de control y reclusión.De ésta forma, se inicio la psiquiatría a principios del siglo XIX, no
como una especialización de la teoría medica, sino más bien como una rama
especializada de la higiene pública, es decir como un dominio particular de la
protección social, una protección contra todos los peligros que pudiesen
provenir de la propia sociedad.
Si analizamos los
modelos utilizados por la sociedad para controlar todo lo que esta asociado a
las personas que padecen enfermedades caracterizadas como de salud mental, nos
damos cuenta que a lo largo de la historia, y sobre todo en el pasado, muchos
de estos modelos han sido de represión y violación de los derechos humanos, ya
que las personas que sufren de enfermedades mentales son al igual que el resto
seres humanos. En este proceso la persona sufre debido a la marginalidad
social, puesto que la locura o los
estados mentales “trastornados” son considerados como un peligro a las
representaciones de la sociedad en su conjunto, relativizando las propias
normas de una sociedad, considerándose como un peligro para el establecimiento
del poder y de su consecuente estructura social.
Desde siempre, la
sociedad, en su gran mayoría occidental, se ha referido a las personas con
enfermedades mentales como locas o incapacitadas de vivir una vida plena de
acuerdo a los patrones culturales establecidos en una comunidad, existiendo aún
el término de manicomio, disminuyéndolas a un estado de minusvalía, freno o
presión social, siendo receptoras incluso del mismo estigma que los presos
carcelarios sufren al tratar de reintegrarse a una vida comunitaria. La
discriminación, el trato, las condiciones de vida y las mínimas posibilidades
de desarrollo de una persona con diagnóstico esquizofrénico (por ejemplo),
también es un maltrato y una violación de los derechos de las personas,
violación que la salud mental también vive día a día, y que es ejercida tanto
por las instituciones públicas de salud, como por la sociedad en su conjunto.
Uno de los puntos
que el autor trata al cual titulo, “Si ellos fueran la mayoría nosotros
estaríamos dentro”: la idea de locura en la historia”, nos explica como la
segregación de las personas consideradas desviadas de los patrones culturales
entendidos como normales dentro de una sociedad determinada, son representaciones
construidas histórica y culturalmente, siendo la sociedad las que la crea.
Por otra parte
Foucault (1967) respecto a la exclusión de las personas consideradas con
conductas ajenas a estos moldes acordados como “normales” por la comunidad plantea
lo siguiente:
“… sin el loco, la razón se vería privada de
su realidad, seria monotonía vacía, aburrimiento de sí misma, animal desierto
que presentaría su propia contradicción” (Foucault, 1967).
Es decir, la locura a
parte de ser un peligro en la representación de la sociedad, es una forma de
reafirmar los propios parámetros establecidos en la sociedad, haciendo la
diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo puro e impuro, entre lo
apegado a la norma y lo enajenado de la convivencia social.
ESTIGMA Y EXCLUSIÓN SOCIAL EN LA ENFERMEDAD MENTAL
En primer lugar, es interesante conocer el significado del
término estigma. Para ello, usaremos la definición de Edwin Goffman (1963) quien
propone una doble perspectiva. Por un lado, como un atributo personal negativo
y denigrante, que diferencia a una persona de las otras y las hace de una clase
indeseable o inferior. Por otra parte, considera el estigma como un producto
social, que surge de la interrelación de las personas.
Este mismo autor propone a su vez una tipología de estigma, dividiéndolo en tres
clases, que continúan vigentes en la actualidad. En primer lugar se refiere a
“abominaciones del cuerpo” (malformaciones o deformidades); en segundo lugar lo
que denomina “huellas del carácter” (incluye la enfermedad mental, alcoholismo
y adicciones, homosexualidad, ideologías extremas, etc.) ; por último el
estigma llamado” tribal”, que comprende la discriminación por raza, origen,
nación o religión.
Cabe señalar que el concepto de estigma no es algo estático,
sino que es dinámico, temporal, fluido y contingente. Éste se construye a
partir de las relaciones interpersonales con una dinámica propia, dentro de un
contexto dado, en una realidad determinada. De esta manera, la estigmatización
se entiende como un producto social relacionado con la institucionalización,
con la regulación y con las ideologías que la sustentan, así como con las decisiones
hechas por los individuos, las sociedades y los estados.
Sobre dicho proceso es interesante citar la visión de Link &
Phelan sobre el proceso de estigmatización, mediante el cual consideran que el
estigma se construye a través de cinco procesos psico-sociales
interrelacionados:
Construcción de las diferencias y proceso de
rotulamiento (etiquetar).
Vinculación de estas diferencias con prejuicios
y estereotipos definidos en una sociedad.
Segregación entre los de adentro (“nosotros”) y
los de afuera (“ellos”).
Perdida de estatusy discriminación de las personas
discriminadas.
Finalmente, se produce una asimetría de poder
entre los estigmatizadores y los estigmatizados.
Este fenómeno varía en función de diferentes variables:
contexto social e histórico, factores sociales como el nivel socio-económico,
género o identidad.
La variabilidad del fenómeno de estigma psiquiátrico a lo
largo de la historia nos induce una pregunta: ¿cómo y por qué las distintas
sociedades estigmatizan la enfermedad mental? Para responder a esta pregunta
podemos observar dos procesos o respuestas.
El primero es la
construcción social del estigma se refiere a los valores positivos y negativos
que se definen en las diferentes culturas, mediante los cuales se estima qué
comportamientos son “normales” y se desvaloriza lo “anormal”.
El segundo se denomina la construcción social del estigma,
con esto nos referimos a cómo las estructuras e instituciones sociales
controlan, contienen o reprimen ciertos tipos de comportamiento que se
considera desviado de la norma. Son estas mismas instituciones las que
favorecen la exclusión social y estigmatización de la enfermedad mental.
Por otra parte, se ha afirmado que el tamaño y escala de la
unidad social son factores significativos que tienen importancia en el proceso
de estigmatización y discriminación. Podemos observar cómo, en las sociedades
de pequeña escala se dan relaciones de confianza, reciprocidad y solidaridad, y
la reconciliación resulta un mecanismo efectivo para la resolución de
conflictos. Estas comunidades se muestran más tolerantes, se resisten a rotular
una conducta como una anormalidad o enfermedad. Existen unos valores
compartidos por la mayoría, se da una interdependencia entre las familias y las
redes sociales de apoyo y solidaridad son densas.
Por el contrario, en las sociedades urbanas se aprecian una
estructuración social compleja, que acentúa una serie de desigualdades, se da
una mayor autonomía e independencia. En
estas sociedades observamos una fuerte tendencia a la rotulación y la
discriminación, y una menor tolerancia hacia los comportamientos “anormales”.
Otra cuestión importante que merece ser mencionada es la
carga de discapacidad agregada por el estigma
en la enfermedad mental. El
estigma empeora la calidad de vida afectando negativamente a las oportunidades
de educación e inserción laboral, e interfiere en los esfuerzos de
rehabilitación, afectando a la familia y debilitando la red social de soporte. Sin
embargo, es preciso establecer algunas diferencias. Por ejemplo, en los países
ricos algunas enfermedades (depresión, demencia senil, trastornos de
alimentación) son admitidas con mayor tolerancia mientras que otros, como la
esquizofrenia, son asociados a estereotipos negativos como violencia y
peligrosidad.
Por último, es importante distinguir entre el estigma
percibido (como tal) y el estigma presentido. Este último constituye el miedo
al rechazo social con motivo de la enfermedad mental, y favorece la ocultación
de los síntomas y su diagnóstico y tratamiento oportuno.
El vídeo que expusimos al principio acerca de la historia de la psiquiatría y los manicomios se llama "La psiquiatría: una industria de la muerte", pero os lo dejamos aquí subido:
Aunque sea de forma inconsciente y siendo
esta una sociedad relativamente avanzada, lo cierto, es que hoy por hoy todavía
existe una gran parte de la población que siente cierto miedo y desconfianza de
tratar con personas que padecen una enfermedad mental.
Como
claro ejemplo, tenemos la esquizofrenia, una de las
enfermedades mentales más estigmatizantes, tanto para la persona que la padece
como para la familia. Esto es debido a su supuesta relación con conductas
violentas, peligrosidad, pérdida del juicio, comportamiento imprevisible o
descontrol, entre otros términos.
Estas
personas sufren en su día a día una serie de actitudes sociales que influyen
negativamente en muchos ámbitos de su vida, como el relacional y el laboral
entre otros. Por lo tanto, tienen que enfrentarse por un lado, a los síntomas y
dificultades propios de la enfermedad que padecen y por otro, al estigma asociado
a la misma.
Actualmente,
este término se emplea dentro del ámbito de la salud para indicar aquellos
prejuicios y estereotipos que existen hacia ciertas personas que sufren
determinadas enfermedades.
Según Weis. M.G. “El Estigma es
un proceso social o experiencia personal caracterizado por la exclusión, el
rechazo, la vergüenza o la devaluación debida a la experiencia o anticipación
de un juicio social adverso de la persona o grupo social. Este juicio se
basa en una característica duradera de la identidad conferida por un problema
de salud y es, en alguna forma esencial, injusto desde el punto de vista
médico”.
Este estigma es debido en gran parte
al desconocimientode la sociedad sobre las
enfermedades mentales, en cuanto a sus causas que las provocan, las
consecuencias y los posibles tratamientos que existen para paliarlas, los
cuales hoy en día son variados.
Así mismo, cabe destacar el importante
papel que desempeñan los mediosde comunicación en
cuanto al fomento de actitudes estigmatizantes a través de “etiquetas” y mal
uso de los términos en relación a la salud mental. No es raro encontrarnos con
títulos de noticias del tipo: “Un joven esquizofrénico mata a su madre, apuñala
a su padre y se suicida”. Vivir en una sociedad en la cual se “etiqueta”
y se “señala” continuamente asigna ideas erróneas que pueden llegar a ser
interiorizadas de modo que las propias personas con enfermedad mental
desarrollan actitudes estigmatizadoras contra ellos mismos, o lo que es llamado
“autoestigma”, promoviendo pensamientos del tipo “Es cierto, no
soy capaz de cuidar de mí mismo, entre otros.
Las consecuencias del estigma son
evidentes:
Provoca actitudes discriminatorias.
Fomenta el autoestigma.
Favorece el
aislamiento, reduciendo las relaciones sociales y afectando a la
autoestima.
Dificulta la
aceptación de la enfermedad, generando sentimientos de culpa y
vergüenza obstaculizando a su
vez la petición de ayuda por parte de los afectados.
Interfiere en
la evolución del tratamiento, aumentando los abandonos de los mismos.
Obstaculiza
la inserción laboral.
En definitiva: el estigma supone una
barrera para la integración social.
Estas consecuencias, afectan tanto a la
propia persona como a los propios profesionales y a la familia, la cual
desempeña un importante papel en todo el proceso de recuperación.
Según la
OMS, en la actualidad, ya
son 400 millones las personas que sufren trastornos mentales o
neurológicos y un 1% de la población desarrollará alguna forma de
esquizofrenia a lo largo de su vida. Por tanto, creo que sería necesario que
muchas personas hiciesen un voto de reflexión en cuanto a esa percepción hacia
las personas con enfermedad mental ya que nadie estamos exentos de desarrollar
en algún momento de nuestra vida alguna de ellas. Tal vez en esos momentos
tomemos consciencia de que la enfermedad mental no debe ser motivo de miedo o
rechazo si no de apoyo y comprensión.
Para finalizar, os dejo el enlace de un
documental sobre la esquizofrenia (“1% Esquizofrenia”) que me pusieron el año
pasado en el cual no sólo se comenta el posible origen de esta enfermedad, si
no que muestra testimonios de personas que la tienen, que a mí personalmente me
hicieron reflexionar sobre la situación tan angustiosa que debe suponer el
padecimiento de una enfermedad como esta.