sábado, 25 de mayo de 2013

Pocos, pero también víctimas.

POCOS, PERO TAMBIÉN VÍCTIMAS.

El hombre maltratado existe. No es un nuevo concepto, ni una nueva expresión, ni un símbolo, ni un ejemplo. El maltrato a hombres es una realidad, igual de feroz que el maltrato a mujeres. No hay diferencia.
Pero la sociedad, y por tanto las leyes hechas a su medida, no ha querido mantener un concepto de violencia familiar que englobara todos los maltratos que tienen lugar en el seno de una familia, sin distinguir según el sexo de la víctima.
La violencia en el ámbito familiar está prevista en el Código Penal español, pero existe una poderosa corriente social que pretende reducir el término “violencia” a la que ejercen los hombres y padecen las mujeres, negando así cualquier opción a que la situación sea la opuesta. Contrario a todo principio de igualdad y de presunción de inocencia, así ha quedado reflejado en la actual Lay Integral contra la Violencia de Género.
Naturalmente esta situación conduce inexorablemente a una discriminación cada vez más aguda e insostenible, que no sólo no evita el maltrato sufrido ni por hombres ni por mujeres, sino que además genera una situación propicia para dotar a las mujeres maltratadoras de un arma nueva y muy poderosa contra los hombres: las denuncias falsas.
Puesto que la presunción de inocencia de un hombre acusado de malos tratos está cuanto menos muy en entredicho, una denuncia falsa provoca la detención del hombre, su puesta a disposición judicial y con frecuencia la prisión preventiva, con la única esperanza posible del sobreseimiento del caso, que llegará sólo en el mejor de los casos.
Pero la presión social a la que están sometidos los jueces es tan grande que la inocencia absoluta no asegura a los hombres la libre absolución en un caso en que no hay pruebas contra él, como debería obligar la presunción de inocencia que existe desde el Derecho Romano (“in dubio pro reo”) y que aparece en el artículo 24.2 de nuestra Constitución. De tal modo que una mujer puede maltratar al hombre con absoluta impunidad, amparada en el sistema judicial.


 La mayoría de los casos que se registra son hombres entre 25 y 45 años, hombres que  no buscan ayuda porque el maltrato de sus esposas es un duro golpe a su autoestima. Se estima que el 80% de los casos de violencia de mujeres a hombres es callada simplemente por VERGÜENZA por parte del hombre.
Si bien cuando se habla de violencia familiar se suele pensar en la agresión física pero el maltrato verbal o psicológico es a veces mucho más doloroso.
Se estimó que “la valorización que se hace de los actos del hombre y cómo se le habla suelen ser formas de violencia mucho más comunes de lo que se cree”.
La agresión verbal es más citada ante los profesionales por los hombres que por las mujeres, aunque éstas también suelen padecerla.

Conscientes de esta situación y del sufrimiento de cientos de hombres atrapados en ella, hay asociaciones como  ‘’Asociación de Hombres Maltratados’’ que responde con firmeza y eficacia ante la compleja situación jurídica y social del hombre maltratado para brindar apoyo y asistencia completa a estos hombres. En su página se pueden leer casos reales de  hombres maltratados y la situación que han sufrido o que aún continúan sufriendo.
Entre las posibilidades que esta Asociación ofrece a los hombres que padecen maltratos se encuentran las siguientes:
      - Contacto con otras personas en su situación.
      - Asistencia jurídica especializada en la defensa de hombres maltratados.
      - Asistencia psicológica al hombre maltratado.
      - Acceso directo a legislación y noticias de interés directamente relacionadas con el tema del maltrato en el ámbito familiar y del maltrato a hombres.
      - Contacto directo con esta Asociación para atender cualquier duda, necesidad o propuesta que pueda surgirle.


Por ejemplo a nivel nacional, fueron 5203 las acusaciones interpuestas por varones en 2006.
En Castellón 48 hombres denunciaron haber sido maltratados en los primeros seis meses del año 2006.
De las 48 denuncias interpuestas por hombres, 38 fueron consideradas delito (de un carácter más grave), mientras que las restantes 10 lo fueron por faltas. Asimismo, en más de la mitad de los casos (concretamente, 25) las víctimas aseguraron haber sufrido algún tipo de agresión.
Según los datos aparecidos a nivel nacional, durante los primeros seis meses de 2006 se registraron un total de 29.835 denuncias por maltrato interpuestas por mujeres, frente a las 5.203 en donde la víctima fue un hombre. Asimismo, la Comunidad Valenciana ocupa la tercera posición en el ránking de autonomías españolas con más denuncias (4.334), solamente superada por Madrid y Andalucía.


Otra situación no tan denunciada pero real es el maltrato a hombres. Hombres inocentes, sumidos en la absoluta discriminación, acusados de crímenes horribles y rechazados socialmente sin habérseles concedido ni siquiera la oportunidad de ser escuchado. Esta es la realidad, de la que queremos ser un espejo para que la sociedad no permanezca al margen de ella y por lo tanto pueda hacerle frente para ponerle una solución satisfactoria que permita terminar de una vez por todas con el maltrato.

Izaskun Fernández Chacón 2º C1

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