jueves, 23 de mayo de 2013

"QUEDA TERMINANTEMENTE PROHIBIDO MORIR EN SOLEDAD"

Cuando ya no recuerde tu nombre
ni quien eres
espero sepas disculparme
no elegí quedarme sin memoria
pero no dejes de buscarme
ni olvides jama cuanto te quise.

Cuando ya no sea capaz de moverme
y mis piernas no me sostengan
cuando me abandone la fuerza
confió en que podrás ayudarme
y sostenerme .
nunca olvides quien te enseño a caminar.

Cuando mis ojos no vean
y ya no pueda leerte esas historias
que te leía de niño
¿podrás leérmelas tu a mi?
Tal vez te muestres cansado
pero acuérdate de que yo hacia por ti lo mismo.

Cuando este a punto de morir
¿podrás sostenerme la mano.?
¿estarás a mi lado
para que pueda enfrentarme a la muerte?
¿me darás ese calor humano que necesite?
¿lo harás?



Los mayores tienen más riesgo de sentirse solos, una soledad  que puede ser real o deberse a la ausencia de visitas o cuidados. Esta situación aumenta el riesgo de exclusión social y dependencia, puesto que los mayores tienden a aislarse, a menudo, sin pretenderlo. 

Por lo tanto la relación entre dependencia y exclusión es bidireccional. 
Esta exclusión es debida a una decadencia física y de salud que nos les permite llevar la vida que anteriormente llevaban. También se produce una exclusión por parte de la ciudadanía que no da la importancia suficiente a estas personas, demostrándolo en hechos de la vida cotidiana como dejar el asiento en el metro, ayudarles con la compra...etc. Su educación por lo general es más limitada lo que produce una dificultad a la hora de integrarse en la sociedad, seguida por un creciente analfabetismo tecnológico por haberse criado en un mundo no tan tecnológico.

El género femenino es predominante con un porcentaje de un 35 % mayor que el de hombres.

Existen numerosas instituciones para el cuidado de las personas de la tercera edad, pero cada vez son más insuficientes ya que se encuentran colapsadas por la gran demanda provocada por el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento progresivo de la sociedad.

Por lo que las personas mayores exige cada vez más atenciones y las respuestas de la sociedad y del Estado son cada vez más insuficientes por lo que nuestros mayores se encuentran cada vez más olvidados y aunque el papel de los Centros de Día, Residencias, Geriátricos y su correspondiente personal, no hay mejor ayuda que el cariño y el reconocimiento de sus propias redes familiares y de sus cuidadores, que en los tiempos que corren son los encargados de llevar a cabo esas competencias que por la crisis y los recortes le han sido traspasadas forzadamente por el Estado.

Así que, me gustaría que todos reflexionásemos sobre este vídeo que añado a continuación. 



Nahir Fernández Pagán C1

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